La producción porcina se tiene que adaptar, como no puede ser de otra forma, a las nuevas exigencias del mercado, a la normativa ambiental y a la legislación en materia de reducción de antibióticos.
Hay una tendencia creciente e irreversible a una oferta de carnes más “saludables “y con menor carga antibiótica.
A la vez las genéticas avanzan a pasos agigantados, sirva como ejemplo la mejora en prolificidad, velocidad de crecimiento, índice de transformación etc. Esta progresión genética que tanto ha ayudado a mejorar la rentabilidad de nuestras explotaciones no es gratuita. Los incrementos en prolificidad e índices zootécnicos exigen “mejoras ambientales “ para que la avance genético no se vea cuestionado y pueda manifestar todo el potencial.
Las explotaciones orientan los manejos y los flujos de animales en el sentido de reducir carga infectiva y de un movimiento de los lotes “hacia delante “ . Las granjas nuevas se construyen por fases productivas (producción de lechones – transición – cebo) y las ya existentes se adaptan en lo posible a este principio básico.
Desde el punto de vista nutricional sobra incidir en la necesidad de suplementar y adaptar nuestras fórmulas a estas exigencias genéticas. En lo que se refiere a suplementos y aditivos el mercado oferta un aluvión de posibilidades con unos fundamentos teóricos (in vitro) razonados pero muy pocas veces contrastados a nivel de granja.
En nuestra empresa, por nuestra trayectoria y por puro convencimiento del equipo técnico, tenemos claro que el conocimiento de las necesidades a nivel de campo y las posibilidades de comprobar el resultado de un aditivo, tanto en dosificación como en protocolo, son imprescindibles antes de lanzarlo al mercado. No estamos hablando de aditivos con un poder antibiótico tan claro y rápido como los propios antibióticos, nuestros aditivos requieren además de una composición adecuada para el objetivo a mejorar una pauta y un inicio de aplicación anterior al desafio . Valga como ejemplo el tratamiento en sala de partos para bajar presión de infección en lechones destetados.
Desde el año 2016, con las nuevas restricciones antibióticas, desde ASIGA hemos estado trabajando en una línea de aditivos denominada INIBACTER que tiene como base una fuente de polifenoles bien definida y contrastada a nivel de resultados en granja. Acumulamos una dilatada experiencia en la suplementación con AGM (laúirco y monolaurinas) para abordar patógenos endémicos tan insidiosos y constantes como Streptococos suis en las granjas de porcino. Como hemos dicho anteriormente es importante la composición y muy importante la dosificación y pauta de tratamiento, sólo con prueba-control podemos llegar a validar correctamente cualquier propuesta.
Nuestra línea de productos INBACTER de ASIGA ofrece también soluciones para patología digestiva tan importantes en nuestras granjas y más aún con la retirada de antibióticos en pienso.
Aun teniendo definido los objetivos sanitarios a controlar hemos observado por el aporte de polifenoles, por su poder antioxidante y potenciador de la actividad de los AGM, un mejor status inmunitario de la población que se traduce en mejoras tangibles en las distintas secciones donde se ha estado aplicando (maternidad: menor incidencia de diarreas , … mayor peso al destete y grado de homogeneidad del lote)
Autor: Francisco Javier Boj Gil